Nuestro protagonista de hoy, un joven de dieciséis años de edad del condado de Huntington (Indiana, Estados Unidos), decidió el pasado domingo día 6 de mayo coger sin permiso (ni de su madre ni de conducir) la joya de la casa, un Chevrolet Corvette de 1996 que su progenitora guardaba como oro en paño.
Al parecer el jóven circulaba siguiendo a otro vehículo conducido por un amigo y fue al querer adelantarlo cuando perdió el control del coche y chocó contra un poste. El paseo terminó con el Corvette hecho añicos y con el joven en el hospital por lesiones leves, acusado además de conducción temeraria y conducción sin carné.
