El RS3 tiene lo suyo. A algunos no nos gusta por concepto (rapidísimo compacto de tracción total, pero carente de emoción al volante, dando prioridad a las prestaciones y la facilidad de conducción), pero a los amantes de la marca de Ingolstadt les ha encantado. Tanto es así que muchos británicos se quedaron sin poder encargar uno.
Tal ha sido la presión a la que ha sido sometida Audi por parte de los concesionarios ingleses que no le ha quedado otra que anunciar la fabricación de 250 unidades más. Pretende así responder a la demanda de este compacto balístico.
Y todo mientras ya se piensa en su próxima generación, que veremos en 2014, también reservada a la carrocería de cinco puertas. Esperemos que en esta ocasión su conducción sea "más pasional".
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