Lanzado a finales del 2009, el Toyota Mark X de segunda generación ha recibido ya un restyling que actualiza su imagen, la oferta de motores y el equipamiento disponible, haciéndolo más interesante frente a los rivales.
Estéticamente se reconoce por el nuevo frontal. Además de la parrilla más alargada y deportiva, los faros han sido completamente renovados y presentan formas más agresivas e incluyen el sistema de iluminación diurna por LEDs. En la zaga podemos destacar la nueva tapa del maletero, las ópticas más grandes con tecnología LED y el nuevo paragolpes.
En el interior los cambios más importantes afectan sobre todo a los materiales empleados. Ahora cuenta con apliques en aluminio, alcantara y piel en un mayor número de superficies mientras que la consola central ha sido completamente actualizada para dar cabida a los nuevos sistemas de sonido/navegación, y mandos para la climatización.
Entre lo que no se ve, destacan las nuevas suspensiones más rígidas -según el acabado- y, por lo que cuenta Toyota en la nota de prensa, un mayor número de puntos de soldadura para aumentar la rigidez. Tanto la dirección asistida como los muelles también reciben un calibrado diferente. Las versiones deportivas cuentan además con suspensión rebajada, un acelerador electrónico más sensible y el paquete aerodinámico exterior.
Por último comentar que la oferta de motores sigue siendo la conocida en el modelo vendido hasta ahora, pero con pequeñas modificaciones para mejorar los consumos. El bloque más pequeño es un 2.5 DOHC con seis cilindros. Por encima queda el 3.5i V6 "2GR-FSE". En ambos es de serie la transmisión automática de seis velocidades y, si el cliente lo desea, puede equiparlo con el sistema de tracción total 4WD.
Los precios recomendados en Japón oscilan entre los 2.440.000 yenes (24.718 €) del Mark X 2.5 DOHC 2WD F y los 3.900.000 yenes (39.509 €) del 350G Premium 2WD. Las versiones con tracción total arrancan en los 2.671.000 yenes (27.059 €) del 250G Four Pack F.
