No es la primera vez que vemos una protesta de un cliente insatisfecho con una marca, pero esta tal vez sea una de las protestas más sonadas contra Maserati. Todo ocurrió en China dónde el dueño de este Quattroporte del año 2011 no estaba precisamente contento con el servicio recibido en un taller de Furi Group.
Al parecer, este hombre llevó su coche a reparar pequeñas averías sin importancia. Pero su enfado llegó cuando, después de recoger el coche en el taller, se dió cuenta de que lo habían reparado utilizando piezas de segunda mano.
La factura de la reparación era considerablemente alta como para utilizar piezas de segunda mano, por lo que el cliente reclamó al taller. Las disputas entre ambas partes fueron muchas, pero al no conseguir una solución satisfactoria, decidió tomar la justicia por su mano.
Furi Group participaba en una feria en el Salón del Automóvil de Qingdao, así que él aparcó su Maserati Quattroporte en la puerta y convocó a la prensa para destrozar el coche ante las cámaras. El mismo y dos colaboradores cogieron los mazos y destrozaron el Maserati Quattroporte.
Las imágenes han dado la vuelta al mundo, y han sido muchos los que nos habéis enviado la pista. Sin duda, una imagen muy dañina para la marca italiana en China, uno de los principales mercados para las marcas de lujo como esta. Mi pregunta es: ¿habrá conseguido que le devuelvan su dinero?
Por cierto, la historia nos suena, porque hace dos años pasó lo mismo con un Lamborghini Gallardo, en la misma ciudad. Esperemos que no sea contagioso.
