Leído en www.pistonudos.com
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LA SUBVENCIÓN DE BARCELONA AL CIRCUITO DE MONTMELÓ, EN EL ALERO
Ada Colau será con toda probabilidad la nueva alcaldesa de Barcelona, y estos días ha hecho fortuna con una demoledora pregunta retórica: ¿La prioridad es garantizar las becas comedor, con 4,5 millones de euros, o destinar 4 millones a la Fórmula 1?.
De entrada, hay que aclarar que de momento no hay ninguna decisión tomada. Simplemente, Colau dice que la subvención del ayuntamiento a la F1 no es la prioridad. Colau está en su derecho -tiene la obligación, incluso- de revisar todas las subvenciones o aportaciones que hace el ayuntamiento que en breve empezará a dirigir, faltaría más.
No voy a entrar en si su ajustada victoria le otorga suficiente legitimación para emprender los cambios radicales que pretende. Si ha ganado y logra ser proclamada alcaldesa, no hay más que hablar.
Ahora bien, aquella pregunta retórica la considero un argumento-trampa. Una salida demagógica que no se sostiene.
El presupuesto del ayuntamiento de Barcelona es de 2.370 millones de euros. Estamos hablando del 0,17% del total.
Así pues, es tramposo plantear el tema dando a entender que subvencionar el gran premio de F1 implica dejar sin comer a tantos niños.
Uno de los proyectos estrella de Colau es unir por el tramo central de la Diagonal las dos líneas de tranvía que actualmente discurren por ambos extremos de la misma. Una obra tan faraónica, costosa y caótica que el todavía alcalde en funciones, Xavier Trias, ya la había descartado. Por inasumible.
No tengo ni idea de lo que costará eso, pero cualquiera podría decirle a Colau que bastaría con reforzar los autobuses que ya circulan por el citado tramo. Con el dineral que se ahorraría, podría dar becas comedor hasta que los alumnos entraran en la universidad. Y pagarles la carrera, si quiere.
El debate no debería estar entre dar becas comedor o subvencionar la F1, sino en revisar y hacer plenamente transparentes todas las partidas del ayuntamiento
Ella seguramente dirá que una cosa nada tiene que ver con la otra y que deberían poder hacerse las dos. Touché! Es lo que digo yo respecto de su argumento-trampa.
La cuestión no es decidir si damos becas comedor o subvencionamos la F1, sino revisar y hacer plenamente transparentes todas las partidas del presupuesto del ayuntamiento.
Y revisarlas también quiere decir determinar lo que saca la ciudad a cambio de esos cuatro millones. El Circuit de Barcelona-Catalunya es un motorcito que está funcionando todo el año al ralentí, y que en ciertos periodos puntuales -como durante el GP de F1- sube de vueltas hasta la zona roja.
Eso se traduce en beneficios para la ciudad y para todo el territorio. Lo llaman impacto económico. Dinero que entra, que cambia de manos, que genera IVAs, tasas e impuestos.
Beneficios intangibles, en unos casos, y difíciles de cuantificar, en otros. Pero beneficios, al fin y al cabo.
¿Cuántas becas comedor se pueden costear con esos beneficios?
Para finalizar, puntualicemos que las subvenciones públicas que recibe el Circuit de Barcelona-Catalunya son las siguientes: dos millones de euros de la Diputación de Barcelona, en virtud de un convenio por el que, entre otras cosas, escolares de la demarcación de Barcelona adquieren conciencia de la seguridad vial en el Circuit; cinco (o seis, según las fuentes) de la Generalitat, procedentes de los 41 millones anuales que se ingresan en concepto de tasa turística, y los cuatro del ayuntamiento, un patrocinio que arrancó en septiembre del 2013 y que ilustra la simbiosis del Circuit con la ciudad de Barcelona.
En total, once (o doce) millones, gracias a los cuales Montmeló satisface entre el 85% y el 90% del canon anual del gran premio de F1 (13,2 millones en el 2014, según Business GP Book).
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Y a un tío cobrarle 10€ por un bocadillo de mortadela y una CocaCola.
