Cada vez veo a más GILIPOYAS que encienden las luces antiniebla en las circunstancias más absurdas. Por eso copió y pegó este breve artículo sobre el tema leído en AutoBlid.es y firmado por Rodrigo Fersainz.
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Es probable que en estos días preprimaverales te topes con bancos de niebla. Conducir con niebla no es difícil; basta con tener más precaución y ceñirte a las normas de circulación.
Pero otra cosa es la utilización de las luces antiniebla. Hace décadas, los grupos ópticos traseros crecieron para siempre con el objetivo de albergar de forma obligatoria nuevos pilotos: los de marcha atrás y los antiniebla. En este segundo caso, se trataba de incluir en la propia cadena de montaje un piloto rojo (en el lado izquierdo o en el centro) o dos, (uno a cada lado), con un brillo más intenso que los de posición, para ser visto en la adversidad. Todavía hoy, ese alto poder lumínico es, precisamente, su mejor virtud y su mayor problema, todo un arma de doble filo cuando muchos conductores desconocen cuándo poner las luces antiniebla traseras o las utiliza de forma incorrecta.
El caso es que los antiniebla sirven para señalar la posición del vehículo, pero en condiciones normales su utilización deslumbra a los vehículos que circulan por detrás. Es más, en caso de retención inesperada, las luces de freno no destacarán mucho sobre las antiniebla, por lo que llevar puestas estas últimas sin necesidad podría provocar una colisión por alcance.
¿Cuándo se utilizan los antiniebla?
Como puedes ver en el recuadro de arriba, el uso de las antiniebla delanteras y traseras está regulado por el Código de Circulación. Para recordarlo, puedes resumirlo así:
- Las antiniebla delanteras: como no es obligatorio instalarlas en el coche, su uso tampoco puede ser una exigencia. Si las tienes, puedes ponerlas para iluminar mejor los bordes de la vía cuando haya lluvia, niebla, nieve o polvo según el recuadro. Sin estos factores, solo puedes usarlas en una sucesión señalizada de curvas en carreteras denominadas 'estrechas' (de menos de 6,5 metros de anchura).
- Las antiniebla traseras: son tan potentes que no se pueden encender a la ligera, sino cuando la situación sea crítica. Y, de la misma manera, ¡abstente si puedes deslumbrar!