Buenas tardes/noches a todos, gente.
Espero que no me equivoque al abrir este hilo aquí y no en otro lado. He visto que el subforo del modelo Civic se usa para otras cosas, a si que creo que esto irá mejor aquí.
Llevo tres días con mi Civic VIII (un 2.2 ICTDI de 2010) y empiezo poco a poco a cogerle el punto. Me está gustando mucho, tanto la respuesta como la comodidad del coche, aunque ahora mismo sólo estoy haciendo trayectos del curro a casa y viceversa. Planeo hacer un viaje largo (280km) para llevarlo a que lo revisen a fondo en el taller de confianza de la familia.
Vamos por partes.
MI EXPERIENCIA: antecedentes y tanteos previos.
Voy a ser brutalmente sincero: desde que empecé a buscar coche nuevo para sustituir el 206 que me prestó mi madre (1.4HDI, reprogramado despues de seis meses usandolo), no pensé que acabaría con un Civic. Buscaba un diesel relativamente moderno para "esquivar" los problemas de contaminacion en la capital del reino, con una potencia por encima de los cien caballos, cinco puertas y con buen maletero para poder llevarme a los colegas a los eventos en los que participamos.
El caso es que, desde que mi hermano tuvo los santos co... de comprarse un Alfa Romeo con la mala fama que tenían en temas de avería (despues de ver el suyo y lo que hace, inmerecida totalmente), descarté la marca por "experimentar" algo nuevo; Alfa me parece una marca más encarada al lujo y, aunque digan lo de "Cuore Sportivo", prefería algo con una linea más agresiva, menos cercana a los italianos.
¿Mis opciones? Descarté desde el minuto 0 los del grupo VAG. Opel no me llamaba la atención, aunque tengo que decir que barajé un tiempo los Vectra 1.9 (motor Fiat; no iba a ser un italiano aunque le hubiesen puesto el corazón de uno). Venía de un coche francés, a si que ya me los conocía todos, pero ninguno se acababa de ajustar a lo que quería.
¿Americanos? Ford no me llamaba la atención. Chevrolet me parecían demasiado grandes. Dodge es una marca "poco conocida" en España y mi investigación me llevó a concluir que, aunque tengan un aspecto muy malote, el interior es algo espartano y con acabados reguleros, además de que los motores son VAG modificados.
¿La opción lógica si descartamos Europa y América? Asia.
Ahorraré gran parte de la investigación: los coreanos no me terminaban de convencer tras las críticas a la desaparecida Daewoo y Nissan no me ofrecía gran cosa salvo todoterrenos. Toyoya tenía buenos modelos (acabé centrando la vista en el Auris y Corolla sedán) que cumplían lo que buscaba; probé un Avensis y me pareció larguiiísimo.
Ya casi tenía seleccionados un puñado de Auris para ir a verlos, cuando un compañero en la oficina me dijo:
"¿Y Honda?¿Has visto algo?"
CARA A CARA (Y no, no me refiero a la peli de Travolta y Cage).
No me había planteado Honda. Nunca. Visto "de lejos", el Civic me había parecido un coche algo feo, sin llegar a la aberración del Fiat Multipla. No conocía los motores, aunque la regla de "Japo = Bueno" debía cumplirse, a si que empecé a mirar.
Lo primero que me sorprendió al comparar con la lista de coches de segunda mano de Toyota que tenía guardada era la cantidad de Hondas a la venta y precios: muy pocos, y el precio, alto para lo que estaba dispuesto a pagar.
Empecé a estudiar las especificaciones de los dos modelos que había disponibles con mis gustos: Accord y Civic. El Accord quedó rapidamente descartado por el tamaño, similar al del Avensis de Toyota si no un poco más grande.
Eso me dejaba el Civic...
Comparar datos y fiabilidad no es facil, seguro que muchos podeis dar fe de ello. Si buscas en un sitio, te dicen que el coche es una mierda y que le falla esto y aquello. En otro, lo mismo pero añade otra cosa más. De fiabilidad ambos andaban "parejos", pero los motores Toyota diesel que entraban en mi busqueda empezaron a arrojar malas experiencias: inyectores, culatas, perdidas de potencia en verano... Del Civic lo único que lei (exagerando las palabras) era que "se comía los embragues"; del motor ni una sola queja (si alguno tiene, que por favor me diga qué ocurre).
Con cierto pesar, empecé a adelgazar la lista de Toyotas y a buscar Hondas...
LA BUSQUEDA (Tampoco esta vez es la peli de Cage).
Primer pensamiento: "J@$~#R, qué pocos". Segundo: "J@$~#R, qué precios".
Encontré tres que me llamaban la atención: un Type S fuera de la comunidad, con pocos kilometros y aspecto "normal", sin mucho que destacar sobre ello salvo el precio.
Bajo comparado con otros similares.
¿El dueño? Un compraventa de coches. Busqué sobre él y, si no fue en el primer resultado que encontré sobre los coches que vendía y demás fue en el segundo, aparecia: AFEITADAS DE ESPANTO.
Me desilusioné. Un par de días. Seguía mirandolo como algo, no inalcanzable, pero que no me iba a satisfacer si sabía o intuía que lo habían afeitado o estaba maquillado. Amplié el radio de busqueda y subí un poco el límite. Luego otro poco más...
Y allí estaba.
TOMA DE CONTACTO.
Estaba cerca. Muy cerca. Me crié al lado de donde estaba. Era un Civic de 2010 (en ese momento no tenía ni pajolera idea de generación, denominación, ni esas cosas), con más kilometros que el posiblemente afeitado Type S que había visto días atras... pero estaba impoluto y me llamó la atención el restyling. Investigué sobre el compraventa, y todo parecía en orden: las quejas que aparecían aquí y allá él mismo las solventaba con asombrosa eficiencia, pidiendo al afectado que por favor contactase con él para solucionar su problema, pero eran muchas más las experiencias positivas que aparecían en las opiniones.
Me armé de valor y fui a verlo ahora harán quince días.
Llegué a la nave. Los dos comerciales presentes estaban ocupados, a si que me escabullí por un lateral como si estuviese mirando los modelos más cercanos al escaparate y al minuto ya estaba casi al fondo de la nave, buscando. Encontré otro Civic, casi igual, pero este era un Type S y el que había visto era un cinco puertas. Otro más, mucho más viejo y con casi el doble de kilómetros. Un Accord que me hizo pararme un rato a verlo y estudiar si mi decisión de ir a por un Civic era equivocada...
Y lo vi. Lo había pasado por alto, pero el Accord (aparcado en diagonal) parecia que me lo estaba señalando con el morro. Estaba "de culo", a la sombra de un todoterreno (quizás un BMW, no recuerdo), pero estaba ahí.
Di un par de vueltas a su alrededor. No había nadie cerca, a si que casi con miedo abrí la puerta y le eché un vistazo al interior: el pomo de la palanca estaba desgastado, y muy cerca lo que parecía ser el control de un Parrot sin media carcasa, roto. Localicé el micrófono a la izquierda del volante, saliendo por la moldura del airbag lateral, pero el enganche estaba roto.
"Si al final te vienes conmigo te voy a tener que quitar esa mierda..." pensé.
No revisé mucho más del interior; lo demás parecia en orden, tanto la tapicería como la limpieza de los plásticos y los botones de los mandos. El volante no tenía desgaste alguno, a si que supuse que lo usaban con funda. Cerré con cuidado y abrí el maletero.
Sabía que era grande, ya había visto fotos... Pero una cosa son las fotos y otra verlo en directo y pensar que ahí dentro caben dos de los colegas más grandes que tienes... y otro más, esta vez uno de los más pequeños, en el hueco de rueda de repuesto. Como antes, cerré y me fui a hablar con el comercial...
El trato quedó casi cerrado dos días despues.
MIERCOLES, 29 DE NOVIEMBRE DE 2017.
Había quedado a las once con el mismo comercial que me atendió. Despues de haber estado los dos días antes batallando con el seguro (el perito asegura que no es el model Executive, sino el Luxury), aparecí con un compañero a las 10:40 allí.
Estaba temblando como un crio chico: iba a recoger mi primer coche, elegido por mi.
Entramos en la nave y el comercial no estaba, pero si su compañero. Hablamos un rato, nos lleva con su compañero del departamento administrativo, y este nos lleva a la "zona de entrega". Lo veo allí, aparcado, y no me doy cuenta de que el motor está encendido hasta que no me acerco un poco más.
-Está arrancado.
-Lo acaban de traer del taller. Tenía un par de raspones y le han cambiado filtros y aceite, como quedamos. Las ruedas ya viste que están en buen estado...
-Sí, sí. Solo me había extrañado.
Me dan la segunda llave y el mecánico aparece con un bote de ambientador en cada mano.
-¿Eres el que se lleva el Civic?
-Sí. Encantado.
Me da un bote de ambientador olor café y me acompaña junto al coche.
-Está todo. Arranca sin llave: sólo tienes que meterla y girarla, pero arranca con este botón. La marcha atrás va sin gatillo, a la derecha de la sexta.
No me explica mucho más. Le doy las gracias y nos deja a mi compañero y a mi junto al Civic, clavados en el sitio. Antes de montarnos, sólo fui capaz de decir:
-Estoy acojonado, tío.
día 1. Hora 0. Minuto 2.
Salímos muy despacio del taller, esquivando un par de coches que había en el area de preparación pre-venta. Al salir a la calle (una avenida de zona industrial) tuve un minusculo impulso de bajarme, pero el coche me transmitia seguridad: no era mucho más grande que el 206, aunque unicamente acariciando el acelerador ya me transmitia que estaba listo para salir disparado.
-Vamos allá.
Salgo. Giro a la derecha. Recto quinientos metros hasta la primera rotonda. Ahí me di cuenta de que no había subido de segunda, pero no parecía necesitarlo. El motor "no se hacía oír" como el del 206, y empecé a darme cuenta de la magnitud del tablero: había luces por todos lados, algunas que intuia qué eran y otras incognitas en ese momento. "Eco" y una linea, ambos al lado de la velocidad. Al otro lado, la misma linea pero apagada. Subía de revoluciones con calma, aunque eso lo achaqué al acojono que llevaba encima.
Rotonda delante. Entramos, y despacio, para volver por donde habíamos venido.
-Gira bien... Muy suave...
Dejé a mi compañero junto a su coche, nos despedimos, y salí de allí buscando la primera gasolinera para ponerle caldo. Había quedado con mi tio, el experto en coches de la familia (camionero durante 40 años y aficionado al motor desde que echó los dientes) en media hora, a si que tenía que darme "prisa". Tenemos una extraña costumbre en la familia: mi tio tiene que darle "la bendición" al coche y probarlo cuanto antes, entre otras cosas para saber si va bien de motor.
Al llegar a la gasolinera, ocurrieron tres cosas:
-Primera: paré por el lado que no era, acostumbrado al 206. Maniobra y cambio de surtidor.
-Segunda: pensando en el coche de mi padre, que se apaga también con el botón de Start, comprobé que no funcionaba y tuve un acceso de pánico al ver que la llave no giraba. Me asomé, leí que ponía "Push", y obedecí mientras giraba. El motor se paró.
-Tercera: ¿cómo puñetas se abre el depósito?
Cinco minutos despues, leido el manual, di con la palanca.
20km más lejos.
"Estrené" el claxon en casa de mi tio. Este salió y no dijo una palabra: se quedó parado junto a la puerta del conductor. Conociendole, me quité el cinturón y salí para dejarle el paso. Me subí en el asiento del copiloto y esperé.
Dimos un par de vueltas por la zona, sin decir nada. Volvimos por la parte de atras de su casa, donde tiene aparcado su CLA... Y se paró frente a la puerta del garaje.
-Te lo cambio por el Mercedes.
-¿Estás de coña?
-No.
Aparcamos y entramos en casa. Eran casi las doce y no había ni desayunado.
DÍA 2. "¿P'a qué coño tocas?"
El primer día no me dió muchas sorpresas. Fui con calma a casa y de allí al trabajo (tengo horario de tarde, trabajo en una empresa multinacional y soy una especie de enlace con los compañeros de America). Aproveché que por la tarde no había mucho que hacer y me lei el manual, buscando las cosas que más urgian: donde están los depósitos, configuración de los displays, dónde está el gato, el kit para pinchazos, etc... Y volví a casa.
Al día siguiente desperté temprano y vi que estaba sin leche, a si que fui a comprar y configuré todo.
Trasteando por los recovecos me encontré un pequeño interruptor que no venía en el manual.
-¿Qué es esto?
Click. Nada. No pasó nada. El coche seguía arrancado. Di una buena vuelta, me acerqué al supermercado, aparqué, y paré el motor. El reloj ya estaba configurado, a si que puse en el display los kilometros hasta tener que volver a repostar... y fui a comprar. A la vuelta, dejé la leche en el maletero, recreandome en la amplitud; coloqué el gato y el inflador donde correspondía (había revisado que estaban ahí), y me dispuse a irme.
Meter llave. Girar. Quitar marcha. Pulsar Start.
Nada.
Revisé la llave. Estaba girada a tope. Espero unos segundos, y vuelvo a tocar el Start.
Nada. Lo mismo. Ni hace amago de arrancar.
No voy a mentir si digo que casi me cago de miedo. Tenía el movil casi sin batería y no había echado el cargador a la mochila del coche. Empecé a revisar todo en el manual, desde la A a la Z, pero no ponía nada de cómo arrancar sin el botón de Start. Mandé un mensaje a mi hermano pese a saber que se iba a partir al leer qué había pasado... Y de pronto miré en dirección al interruptor camuflado.
Un segundo eterno. Lo pulsé. Giré la llave. Pulsé Start.
Arrancó.
Parafraseando a Arturo Pérez Reverte, blasfemé, lo confieso. Algo sobre el copón de Bullas... pero me invadió una enorme tranquilidad despues de mentar el arbol genealógico del anterior dueño y mi estupidez: el tipo (o la tipa) había instalado un cortacorrientes. Probé mi teoría apagando el motor e intentando arrancar de nuevo, otra vez con el interruptor en la posición adecuada.
Y me fui a casa. Ya había trasteado bastante por ese día.
DÍA 3. De comportamientos en atascos y otras genialidades.
Creo haber dicho antes que el 206 está reprogramado. Creo que es por eso por lo que el pedal del Civic se me hace tan "suave" y la respuesta tranquila. Al condenado Peugeot le aumentaron casi un 30% los caballos, y con el embrague a pruba de mi madre que le instalaron sale como un condenado si juegas bien con el acelerador y embrague en primera... pero en los atascos eso es un arma de doble filo.
Con este no. Va muy fino, despacito, casi tímido. Y yo aplatanado en medio del meollo. Llego al punto de siempre, donde me tengo que incorporar a un carril para desviarme (utilizo siempre la vía de servicio para ir más rápido en días de atasco, pero los viernes siempre se atasca TODO), y veo un hueco.
¿Me atrevo?
Entra solo con pensarlo: intermitente, espero un segundo, giro el volante, y piso un poco más fuerte de lo que estaba hanciendo en el atasco. Resultado: teletransporte al hueco que había.
Ahora mismo estoy en la oficina, esperando al compañero que me da el relevo. El peque está en el garaje del edificio, paradito, bien estacionado... Y yo deseando que llegue el compañero para cogerlo.
En cuanto llegue a casa leeré si tengo alguna respuesta y contesto preguntas, además de formular las mias. Espero que os haya gustado mi experiencia hasta el momento y, aunque no haya unas conclusiones claras, supongo que apreciareis que estoy contento con el Civic 
¡Un saludo!
EDIT: A petición, el resumen: Vengo de conducir un 206 y tras mucho meditarlo, aunque no entraba en mis planes, pillé un Civic.
Editado por Varego, 11 diciembre 2017 - 10:22:52.
