Llegó ese temido momento anual de nervios y tensión. Me dirijo a la estación de ITV más cercana y entro con las manos ligeramente titiritando sobre el volante. Jacobo no, su corazón de aluminio y acero susurrando como siempre, sin el más mínimo temblor. Comienza la inspección: Luces, intermitentes, cinturones, etc. Para mi asombro, cuando se acera el inspector para guiarme al rodillo de los frenos se arrima y suelta la frase: "Tiene usted el coche muy bien cuidado, de lo mejor que hemos visto por aquí". Yo flipando, pero Jacobo solo recitando su mantra: "Te lo dije, te lo dije, te lo dije..." ![]()
Bueno, la verdad es que intento a conservar mis coches en buen estado. Unos días antes había dejado Jacobo en las buenas manos de CHS Racing para cambiar aceite y filtros, más los silentblocks de los palieres para acabar con un cloc-cloc que llevaba tiempo sonando. También me había dado cuenta que los neumáticos, aunque todavía con dibujo legal, se fabricaron en 2014 y ya se notaba que la goma se fastidia con el tiempo. Así que encargué unos Michelin Primacy 4+ en un taller al lado de casa. Créanme o no, pero me parece que es la primera vez en mi vida que calzo esta marca. Como casi siempre, los cogí con el código W en vez del V que exige la ficha técnica para las ruedas de 16". Es porque pienso que los W son un poco más blandos, y me durarán un poco menos, pero tendrán más agarre.
Bueno, después de tanto mimo, Jacobo desde luego se ha vuelto un poco tontín. Con la mirada de un pastor alemán mendigando al lado de la mesa de comer, me hace entender que ya tiene sueños húmedos con la revisión grande de 240.000 km., el cambio de bujías y todo eso












