Encontramos uno de los pocos Honda Prelude de primera generación que rueda por las carreteras españolas y hablamos con Tomé, su propietario
Entrevistamos a Tomé. Le podéis encontrar por redes sociales como @tomeej8 y un buen resumen sería la primera frase que reza su cuenta: “Que tenga motor o al menos ruedas”. Entre los tesoros de su garaje se encuentra un Honda Prelude de primera generación con más de 40 años y en pleno funcionamiento. Una auténtica joya con una historia que merece ser contada.
¿El Prelude fue tu primer coche?
No, tampoco fue mi primer Honda. Me saqué el carnet en 2014. Mi madre y mi padre no veían bien que gastara dinero en el coche y me costó que “aflojaran el pistón”. Me saqué el carnet con 18 años en abril de 2014 y me salí de una rotonda con el coche de mi madre cuando no llevaba ni 15 días de carnet.
Y al liar esa, “que yo venía avisando ya”, mientras arreglaba el Audi de mi madre me di cuenta de que, si rompía algo, tenía que ser algo mío. Así que me compré el Honda Civic Coupé con 18 años y medio pero lo tuve escondido. Ese fue mi primer coche y hasta ahora.
Tenía clarísimo que quería un Honda Civic EJ. Fui a Santander y me lo traje (a Burgos). Mis padres me dejaban el Audi para ir a currar, pero podía solo ir y venir hasta que un viernes se le averió la correa de accesorios y ya finalmente llevé el Civic a casa. Traté de ir con mi coche al día siguiente al trabajo desde mi casa, pero mis padres no lo sabían. En 10 días ya había empezado a modificarlo: suspensiones, unas llantas pequeñas, pintarle molduras… Me sentía el rey del mundo.
El Honda Civic fue evolucionando hasta que la Guardía Civil me empezó a parar en repetidas ocasiones y decidí desarmarlo entero para empezar mi propio “proyecto”.
¿Cómo conociste el Prelude?
Fue un flechazo. La Honda Magazine era una revista online y era inviable pillarla en físico. Viendo reportajes de Honda Magazine con 12 o 13 años, encontré uno sobre un Prelude de primera generación. Lo buscaba en Google y solo había tres resultados, las mismas fotos de la Honda Magazine y ni siquiera había fotos en internet o no las encontraba.
¿Cómo decidiste comprar tu Prelude?
El Prelude lo compré mientras tomaba el almuerzo en el curro y lo busqué en Milanuncios para ver si había alguno. Estaba hablando con un colega de eso y este Honda Prelude justo estaba en Valencia, donde yo iba invitado a ver unas carreras. La patata me hizo: “ pum este coche es para mi”.
¿Cuál es la historia de tu coche?
El Prelude venía de Reino Unido, tiene volante a la derecha (como los coches en Japón) y solo tuvo una dueña hasta que lo compré, aunque el trato lo hice con su sobrino. La mujer era española pero vivía allí, en Reino Unido y se lo compró nuevo como capricho para ir a jugar al golf. Se lo trajo de Reino Unido cuando dejó de trabajar allí en 1999 e hizo el cambio de residencia.
Por aquel entonces el Prelude era un verdadero coche de capricho. Un Honda Accord costaba entonces como dos Honda Civic y un Prelude costaba como dos Accord. Era un disparate, por eso había tan pocos. Un Seat 1200 Sport igual costaba la mitad. Para querer pillarlo tenías que saber mucho de coches o haberlo buscado a propósito.
Los primeros coches japoneses se vendieron en Melilla y en las Islas Canarias, los fabricantes extranjeros usaron las Islas para vender a un precio más competitivo y pagando unos aranceles más reducidos.
Explicación: A lo que se refiere Tomé es uno de los acontecimientos más importantes en el mercado automovilístico español. A finales de 1972 se aprueba el régimen económico fiscal de Canarias, que supuso la liberalización comercial del archipiélago con Japón y con ella la apertura a la importación de automóviles japoneses. Es por eso que allí los coches japoneses llegaron antes que en la Península Ibérica.
Todos los “coches guapos” están en las islas, los Toyota Starlet, los Honda Civic de primera generación, allí sí se vendían de catálogo y en ciudades de la Península como Madrid en los concesionarios Honda ofrecían el Civic y el Accord, nada más. Quizá haya alguno como este con una primera matriculación en España pero si los hay, son muy pocos.
La primera dueña se lo llevó a Valencia y lo guardó durante 10 años. No sé cual fue el motivo de tenerlo guardado y, finalmente, decidieron venderlo porque llevaba 10 años parado. Cuando llegué a Valencia vi que el Prelude había pasado la última ITV en 2008 y como no tenía remolque, me lo traje “andando”.
¿Lo venderías?
No, me han ofrecido mucha pasta y no lo vendo. En su momento hubiese ganado mucho dinero porque lo compré a buen precio pero mucha desgracia tendría que pasar... Incluso una persona estaba interesada y me dejó el precio abierto, le dije que no estaba en venta.
Mi coche no es solamente un coche, representa todo lo que he vivido con él. Un coche así de raro tiene un propietario, pero el deber del propietario es que otra gente pueda verlo. Un chico tenía un Honda Integra y lo vendió. Al venderlo dijo: “Es momento de que alguien más lo disfrute” y para mi ese es el auténtico éxito, poder hacer que alguien más lo disfrute igual que yo lo he hecho. Eso no significa que yo lo vaya a hacer, claro.
Mi coche no está parado ni guardado. Yo uso mis coches y el primer año le hice 10.000 kilómetros. Lógicamente se fueron rompiendo cosas y las fui arreglando. Siempre lo llevo para una concentración de clásicos y lo disfruto conduciendo.
¿Que le has hecho desde que lo compraste?
Le he dado mi toque sin pasarme de hortera. Puse retrovisores adelante en el capó como el Honda Prelude japonés, pero pasa la ITV. Para el Prelude no hay nada así que toca adaptar piezas de otros coches. Se hicieron juntas de culata y se repararon algunos óxidos de la carrocería.
Me gusta mantenerlo bien y hago las reparaciones necesarias para seguir disfrutando pero manteniendo la originalidad del coche. Incluso el barniz de la pintura está desgastado aposta porque quiero mantener su pintura original y no le voy a pintar solamente porque una aleta esté super raspada. Además “cicatrices tenemos todos”.
¿Qué te gustaría ver en el nuevo Honda Prelude?
Obviamente soy un pureta pero entiendo los tiempos que corren, la tecnología híbrida es muy interesante. Yo pediría a Honda que el nuevo Honda Prelude tuviera tecnología híbrida con una caja de cambios de seis velocidades automática y un pequeño motor eléctrico si hablamos de un deportivo.
Si Honda nos está vendiendo un coche deportivo en el que se va a seguir disfrutando de la conducción tiene que tener levas tras el volante y tienes que seguir teniendo el control. El coche debe tener un botón de quitar ayudas, el control de tracción o de estabilidad para que realmente te reclame a ti capacidad y habilidad de conducción.
Ese prelude sería un candidato a compra si tuviese una base motor como la del último Honda Civic Type R. Fíjate en el nuevo Acura Type S que se ha anunciado en Estados Unidos, es espectacular y tiene hasta barras antivuelco aunque, tampoco pido eso. El gran problema que tenemos con los coches modernos es que lo hacen todo solos. La deportividad depende de cuanto de poco o mucho un coche te reclame, un coche tiene que pedirte tus cuatro extremidades y tus cinco sentidos.
Los coches nuevos son muy caros y yo personalmente no compraría un coche nuevo. Soy fiel defensor del coche usado y el clásico, pero agradecido a quien los estrena porque me permite a mi comprarlos más adelante. Tampoco soy un hater de los coches nuevos, pero si la marca vende que el coche es para disfrutar de la conducción, que sea verdad. El éxito de Honda con el Prelude será crear eso.
Fuente: https://www.auto10.c...iego-tome/22848