Buenas a todo el mundo.
Después de mucho tiempo de inactividad en el foro, he vuelto para revisar cositas. Después de revisar estas cositas me ha apetecido compartir mi experiencia con mi actual coche de diario.
CONTEXTO:
El Septiembre de 2020 me hice con un Civic FN1 1.8 Vtec después de andar mucho tiempo detrás de uno. Me encanta viajar, largas y cortas distancias, las subidas a puertos de montañas, travesías por autovía, etc. Para eso es perfecto el Civic, pero para mi uso de diario NO. Voy a trabajar por una carretera comarcal con mucha subida y bajada. Tramos de 2a y 3a, y velocidad máxima de 60. Ahí el Civic me consume mucho y no me sirve (aunque confieso que me encantaba conducir por esas curvas). A parte, al vivir en una zona rural de vez en cuando necesitaba pisar camino y ahí sufría mucho por la altura del coche etc. Entonces, pese al coche irme de cojones y encantarme, decidí permitirme un daily para complementar.
CRITERIOS:
Quería un coche de batalla, simplón por dentro y por fuera. Que fuere diésel con poca potencia, poco consumo, fiable y lo más barato de mantener posible, y preferiblemente pequeño. Y si podía ser un poco alto para esos momentos de ir por caminos. Busqué modelos como el Ford Fusión TDCI 1.4, Cordoba / Ibiza 1.9SDI (pese no ser altos), 206 1.9D, Fiat Panda... Llegué a plantearme un HRV de primera generación pese a ser gasolina (hubiese sido mala decisión por el consumo...). Buscando me topé con un modelo de Suzuki (marca que me inspira mucha confianza por su fiabilidad) que no conocía pero me sonaba de haberlo visto (mismo que Subaru Justy). Ése era el Suzuki Ignis, un motor diésel 1.3 con turbo de origen FIAT, con 69cv, 140NM, cadena de distribución y pocos Kms. Tras buscar mucho, ver que era el motor que montaba la Fiat Dobló y el FIAT Panda (por esta zona hay muchos y muy kilometrados) me inspiró confianza. Parecía el modelo perfecto.
COMPRA:
Busqué y busqué con paciencia por Wallapop y Milanuncios hasta que el Diciembre del 2023 encontré uno cerca por 1690€, con sólo 172.000Kms. Fui a probarlo y el vendedor me inspiró mucha confianza, me dejó mirarlo de arriba abajo sin compromiso y me fue enseñando sus defectos. La mayoría eran de poco cuidado a los detalles (gomas secas, algún golpe, no iba la radio, no había parasoles en el interior...). Otros eran defectos de chapa, algún óxido muy superficial (aunque feo) y los pilotos traslúcidos. En cuanto al motor, sonaba e iba perfecto, el embrague estaba recién cambiado y con factura, el cambio de marchas todo lo fino que puede ír en un coche de éste tipo, el aire acondicionado bien... Tras probarlo a fondo y llevarme muy buena impresión, saqué el informe de la DGT para verificar que los KMs coincidían, que no había tenido ningún siniestro, ni defectos en la ITV. Me salió todo OK.
Con todo eso, decidí tirarme a la piscina y comprarlo. La noche antes de hacer el pago y el cambio de nombre me costo dormir pensando que podía ser un quebradero de cabeza por averías (la típica fama de FIAT que le damos aquí en España).
PRIMERAS IMPRESIONES:
La primera en la frente: tras comprarlo, en el trayecto de vuelta para casa el termostato deja de funcionar y hago el viaje casi siempre bajo de temperatura (nada grave). A parte de eso, todo bien. Me sorprendió en las subidas lo bien que iba por tener tan poca potencia. El consumo en el trayecto, mucho mas bajo que el Civic que era lo que buscaba. Otra cosa que me gustó es la buena habitabilidad que tiene por lo pequeñito que es, y su gran visibilidad.
El día siguiente lo llevé al mecánico para hacerle los mantenimientos y una revisión rápida (y cambiar el termostato). Una vez todo hecho fui a probarlo por caminos, y por primera vez en mi vida conduje un coche por camino sin sufrir. Ahora tocaba disfrutarlo ahorrando lo que no ahorraría a diario con el Honda, y poco a poco ponerlo al día.
Dejo aquí algunas fotos de los primeros meses.