Y como estamos en año de centenario aniversario del Quijote, recordemos el lenguaje del Ingenioso, que esta noche me siento castellano, trovador y hasta poeta...
Érase una vez que se era un caballero que, allá por el año 1991 de Nuestro Señor, compróse una bestia llamada Accord en un concesionario de una bella ciudad de Andalucía, cuna del arte mozárabe junto con el califato cordobés, (ahora sonCeuta y Melilla quienes llevan tal testigo...). Total, que tan hidalgo caballero viajaba mucho allende los mares, al Reino Alauita (léase del Rey de Marruecos), con incesantes viajes a Tánger, cosmopolita ciudad donde las haya, cruzando una y otra vez el estrecho de cuyo nombre un español no debe acordarse, por conducirse aún allá por la izquierda, para más señas....
Volvía no obstante el jinete, con su jaco, de vez en cuando y puntualmente, a su ciudad de origen para revisar las pezuñas de su jamelgo, herrarlo si convenía, limpiar sus entrañas y nutrir de paso las arcas de Arrayan S.L. (renombrado y reputado comerciante dedicado a la venta de jacos en la comarca) con dineros, que se traducían en mimos y cuidados para su inseparable corcel.
Y "asín", poco a poco, el jaco-bo fue cumpliendo hasta dos lustros, fiel a su dueño y señor, sin dar nunca un sólo quejido más que para rumiar en los surtidores un líquido ungüento que cada vez se encareciera más. Y de esta forma llegó a las 230.000 leguas de camino, hasta que su patrono decidiera cambiarlo por otro más jóven, CRV apellidado y que, según decían, escalaba las montañas tan fácilmente como los maltrechos linces ibéricos alcanzan las presas en los árboles de Doñana.
Quedóse no obstante el viejo rocín bien cuidado por el herrero asalariado del comerciante, encargado de las tareas de mantenimiento de todos los jaco-bos de la zona y sus alrededores, y de otros pollinos más pequeños que el anciano protagonista de aquesta historia. Y, por fín, pasadas las añadas, volvióse a encontrar el jacobo con su amo, quién preguntóse por qué tan bien parecía quien creía tan anciano.
Y respondiole el herrero que otro dueño de su linaje, del gremio de los viajantes, habíalo bien custodiado. Y con tanto esmero el nuevo amo lo había hecho que ahora, con 980.000 leguas, aún joven el corcel se sentía.
980.000 kms....
Juzguen vuesas mercedes....
PD. Es que, he dejado el tratamiento.....
Editado por IVTEC36, 09 julio 2006 - 13:35:44.