Y eso que no lo llevé para que no ocurrieran desgracias de las que tener que lamentarme. En realidad nadie llevó sus flamantes carros insignia, todos repartidos de tres en tres en los coches que algunos habían cambiado a las parientas, excepto uno que llevó su C220, que por cierto probé como copiloto 6 Km.
Seguro que este viernes a la boda, todos llevamos los buques insignia bien brillantitos.
Lo malo fue un asistente (el único que no conocía) con un Civic del 96 que ahora lo tiene parado desde hace tiempo, pero que no se lo ha quitado por el cariño que le tiene. Digo malo porque contó que tuvo que cambiar camisas hace tres o cuatro años y no se que más. Eso sí seguidamente explicó que había sido culpa suya por llevarlo a todo lo que daba durante dos meses por autopista haciendo 340 km diarios.
Yo me quedé un poco chafado con el dato y no quise meter caña con el asunto. Se la estaba poniendo a huevo a los dueños de MB y BMW que allí había.
