
LOS VILLANCICOS
¿Os habéis fijado en que la mayoría de los villancicos que cantamos, no tiene ningún sentido?
Por ejemplo: se podría creer que el niño Jesús es la estrella de los villancicos, pero no... Es el burro..., o la burra, porque con el sexo no se
pone nadie de acuerdo. "Hacia Belén va una burra..." "Arre borriquito, vamos a Belén..."
Y luego hay un enigma. Porque, vamos a ver, se supone que ellos iban en burro... Y cuando llegan, en el portal, hay una mula y un buey... ¿Dónde está el Burro? ¡Ha desaparecido! Aquí hay algo que no encaja, me falta un burro o me sobra una mula.
Los villancicos tratan muy bien a la Virgen, "se peina entre cortina y cortina, los cabellos son de oro y el peine de plata fina..." Sin embargo, San José, pobrecito, cuando no entran los ratones a roerle los calzones, se los quitan los ladrones... ¡Qué vaya obsesión tenían con los calzoncillos
del pobre hombre!
¿Y los Reyes Magos? ¡Unos irresponsables! Atención al villancico, "Ya viene
los Reyes, por aquel camino, ya le traen al niño sopitas con vino" Muy bien, a un niño recién nacido ¡sopitas con vino! ¡Claro y luego un cigarrillo! ¿Y este? "Recogido tu rebaño ¿a dónde vas pastorcito? Voy a llevar al portal requesón, manteca y vino" ¡Joder que empeño en emborrachar a la criatura! No me extraña que luego el niño, en cuanto pudo, transformara el agua en vino, ¡claro le cogió afición! Pero es que el niño tenía a quién parecerse, ¿eh?
Por que el padre a la mínima decía eso de" Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachar" Pues nada que allí bebía todo dios. Creo que no hace falta hablar de los peces... Todo el mundo sabe lo que pasaba en ese río... Que "beben y beben y vuelven a beber"
Esta claro, que cuando cantamos villancicos no pensamos en lo que decimos, porque si lo pensáramos... Por ejemplo, eso que dice "la Nochebuena se viene tururú, la Nochebuena se va y nosotros nos iremos y no volveremos más" ¡Y no volveremos más! Pues que buen rollo para ser Nochebuena. Y esto lo cantamos con mucha alegría ¡Qué nos vamos a morir! Pero contentos...
En fin, que menos mal que esto de los villancicos es una vez al año.
Que os sea leve.