Via: es.motorfull.com
Las medidas mínimas de una plaza de garaje (4,50 metros de largo y 2,20 metros de ancho) fueron establecidas por ley en 1969, cuando los coches normales eran el 600, el 850 o el Renault 8.
Con la tendencia actual de hacer (y comprar) los coches cada vez más grandes, se ha llegado al punto de que se venden automóviles (sobre todo SUV y Monovolúmenes) que simplemente no caben en una plaza de garaje estándar.
Y mientras ANFAC corrobora que, en estos últimos 20años, los coches han crecido 7 centímetros de ancho y 2 de largo, los constructores y promotores (a pesar de su afición a los coches caros y grandes) siguen aferrándose a la desfasada legalidad vigente.
Su obsesión por transformar metros de suelo en billetes de 500 llega hasta el extremo de que el Ayuntamiento de Valladolid (presionado por una empresa constructora) se ha visto obligado a dar marcha atrás en su intento por aumentar el tamaño de las plazas.
Y no hace falta tener un TT para que la plaza de garaje se quede pequeña: incluso con un Renault Laguna (4,59 de largo), un Peugeot 407 (4,67 metros) o un Ford Mondeo (4,73 m.) tendríamos problemas para poder aparcarlo.