Cuidado con las Consultoras
Comenzado por
Guille
, 28 mayo 2004 09:23:13
7 respuestas en este tema
#1
Escrito 28 mayo 2004 - 09:23:13
CUIDADO CON LAS CONSULTORAS
La semana pasada llevé a cenar a unos amigos a un restaurante, y noté que
el mozo que nos atendió llevaba una cuchara en el bolsillo de su camisa.
Me pareció algo extraño, pero lo tomé como algo casual. Sin embargo,
cuando el encargado de la mesa nos trajo el agua y los cubiertos, pude
notar que él también tenía una cuchara en el bolsillo de su camisa. Miré
entonces alrededor del salón y vi que todos los mozos, mozas, encargados,
etc, llevaban una cuchara en sus bolsillo. Cuando el mozo regresó a tomar
el pedido le pregunté: "¿Porqué la cuchara?"
"Bueno", explicó, "los dueños del restaurante contrataron a la consultora
Andersen, expertos en eficiencia, con el objeto de revisa todos nuestros
procesos. Después de muchos meses de análisis estadísticos, ellos llegaron
a la conclusión de que a los clientes se les caía la cuchara un 73% más
frecuentemente que los otros cubiertos. Eso representa una frecuencia de
caídas de 3 cucharas por hora por mesa. Si nuestro personal se prepara
para cubrir esa contingencia, podríamos reducir el número de viajes a la
cocina y así ahorrar 1.5 horas por hombre por turno".
En el momento que terminamos de hablar, un sonido metálico se escuchó en
la mesa de atrás. Rápidamente, el mozo reemplazó la cuchara caída por la
que llevaba en el bolsillo y dijo: "Tomaré otra cuchara cuando vaya a la
cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora".
Yo estaba realmente impresionado. El mozo continuó tomando nuestro pedido.
Mientras mis invitados ordenaban, continué observando a mi alrededor. Fue
entonces cuando observé, con el rabillo del ojo, una fina cuerda colgando
de la bragueta del mozo. Rápidamente recorrí con la mirada el salón para
asegurarme que todos los mozos llevaban la misma cuerda negra colgando de
sus braguetas. Mi curiosidad fue mayor entonces y, antes que se retirara,
pregunté al mozo: "Perdóneme, pero... ¿porqué tiene esa cuerda justo
ahí?". "Oh, sí", contestó, y comenzó a hablar en un tono más bajo.
"No mucha gente es tan observadora como usted", me dijo, y continuó: "esa
consultora de eficiencia de la cual le hablé, encontró que nosotros
también podíamos ahorrar tiempo en el baño". "¿Cómo es eso?", agregué.
"Vea", me dijo, "atando este fino a la punta de... usted ya sabe, podemos
sacarla sobre el mingitorio sin tocarnos y de esa forma eliminar la
necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo consumido en el baño
un 73%". "Está bien", dije, "eso tiene sentido, pero... si la cuerda le
ayuda a sacarla,... ¿cómo la vuelve a guardar?" "Bueno", susurró, "yo no
sé como hacen los otros, pero yo uso la cuchara".
La semana pasada llevé a cenar a unos amigos a un restaurante, y noté que
el mozo que nos atendió llevaba una cuchara en el bolsillo de su camisa.
Me pareció algo extraño, pero lo tomé como algo casual. Sin embargo,
cuando el encargado de la mesa nos trajo el agua y los cubiertos, pude
notar que él también tenía una cuchara en el bolsillo de su camisa. Miré
entonces alrededor del salón y vi que todos los mozos, mozas, encargados,
etc, llevaban una cuchara en sus bolsillo. Cuando el mozo regresó a tomar
el pedido le pregunté: "¿Porqué la cuchara?"
"Bueno", explicó, "los dueños del restaurante contrataron a la consultora
Andersen, expertos en eficiencia, con el objeto de revisa todos nuestros
procesos. Después de muchos meses de análisis estadísticos, ellos llegaron
a la conclusión de que a los clientes se les caía la cuchara un 73% más
frecuentemente que los otros cubiertos. Eso representa una frecuencia de
caídas de 3 cucharas por hora por mesa. Si nuestro personal se prepara
para cubrir esa contingencia, podríamos reducir el número de viajes a la
cocina y así ahorrar 1.5 horas por hombre por turno".
En el momento que terminamos de hablar, un sonido metálico se escuchó en
la mesa de atrás. Rápidamente, el mozo reemplazó la cuchara caída por la
que llevaba en el bolsillo y dijo: "Tomaré otra cuchara cuando vaya a la
cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora".
Yo estaba realmente impresionado. El mozo continuó tomando nuestro pedido.
Mientras mis invitados ordenaban, continué observando a mi alrededor. Fue
entonces cuando observé, con el rabillo del ojo, una fina cuerda colgando
de la bragueta del mozo. Rápidamente recorrí con la mirada el salón para
asegurarme que todos los mozos llevaban la misma cuerda negra colgando de
sus braguetas. Mi curiosidad fue mayor entonces y, antes que se retirara,
pregunté al mozo: "Perdóneme, pero... ¿porqué tiene esa cuerda justo
ahí?". "Oh, sí", contestó, y comenzó a hablar en un tono más bajo.
"No mucha gente es tan observadora como usted", me dijo, y continuó: "esa
consultora de eficiencia de la cual le hablé, encontró que nosotros
también podíamos ahorrar tiempo en el baño". "¿Cómo es eso?", agregué.
"Vea", me dijo, "atando este fino a la punta de... usted ya sabe, podemos
sacarla sobre el mingitorio sin tocarnos y de esa forma eliminar la
necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo consumido en el baño
un 73%". "Está bien", dije, "eso tiene sentido, pero... si la cuerda le
ayuda a sacarla,... ¿cómo la vuelve a guardar?" "Bueno", susurró, "yo no
sé como hacen los otros, pero yo uso la cuchara".
#2
Escrito 28 mayo 2004 - 16:20:13
que no se os pase por alto eh!
#3
Escrito 29 mayo 2004 - 12:19:43
Je je.
#4
Escrito 30 mayo 2004 - 18:55:28
#5
Escrito 31 mayo 2004 - 12:24:19
jejeje es bueno eh
#6
Escrito 01 junio 2004 - 01:52:01
Dios que bueno!!!! el día que vaya a un restaurante y vea a algun camarero con una cuchara en el bolsillo... procuraré que no se me caiga
#7
Escrito 01 junio 2004 - 08:08:02
mas te vale
#8
Escrito 01 junio 2004 - 08:32:39
Jejeje , q bueno!
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