
Borja García (el de la izquierda en la foto), campeón de España de Fórmula 3, debutó al volante de un Fórmula 1 en el circuito Paul Ricard. El piloto valenciano se puso al volante de un Toyota en el trazado francés. Miembro del programa Toyota de jóvenes pilotos, Borja García, de 22 años, que este año competirá en la GP2, que se iniciará el próximo fin de semana en el Gran Premio de San Marino, dió 47 vueltas al trazado corto de Paul Ricard, en tandas de seis giros lanzados.
Los técnicos de Toyota no utilizaron el trazado en el que habitualmente realizan las pruebas para preparar los grandes premios, ya que no querían que el valenciano tuviera referencias de los tiempos que habían realizado hasta el viernes las escuderías que probaron en este circuito.
En las primeras vueltas que dió al trazado, a partir de las 13:00 horas, en un día muy frío, el cielo cubierto y ocho grados de temperatura en el aire y once en la pista, el coche llevó el control de tracción al máximo y sin que pudiera subir a tope las revoluciones, para que Borja García se fuera haciendo a él.
Poco a poco los ingenieros le dieron más posibilidades para que pudiera rodar más rápido y en las dos últimas tandas, como no había cometido fallos, le pusieron ruedas nuevas, a las que no pudo sacar el máximo partido debido al frío de la pista, e incluso le quitaron algo de alerón para que pudiera ir más rápido en la recta.
Un sueño hecho realidad
En su primer contacto con la Fórmula 1, Borja García dió 47 vueltas al circuito de 3.481 metros y su mejor tiempo fue de 1:08.362, cuando en su primera tanda había hecho 1:13.782.
Al acabar las pruebas el piloto estaba más que satisfecho, por haber hecho su sueño realidad y por no haber cometido ningún error. Comentó que se había encontrado cómodo en todo momento y que no se habría bajado nunca del coche, sobre después de los últimos reglajes coche.
También dijo que en el equipo habían quedado muy contentos con esta prueba, en la que no había cometido errores y había logrado devolverles el coche intacto. Sin embargo, Borja confesó que le habría gustado haber realizado esta sesión de pruebas en otro circuito que conociera más, como Barcelona, Valencia o Jerez, y en las que hubieran participado otros pilotos de Toyota, para haber podido establecer referencias, algo que el equipo no ha querido.