Hay diversos niveles de equipamiento aunque cada uno de ellos no está disponible con cualquiera de los tres motores (toda la gama). El Accord Sedán más asequible (2.0 i-VTEC Elegance) cuesta 26.200 €, el más costoso (2.4 i-VTEC Luxury Innova) 38.600 €. La versión familiar cuesta 1.800 € más, excepto en el caso del 2.0 i-VTEC Elegance que sólo hay 1.300 € de diferencia.
La versión Diesel de cuatro puertas más barata cuesta 27.900 €. Es, por tanto, más barato que un Alfa Romeo 159, un Audi A4 o un Volkswagen Passat. Un Mazda6, un Renault Laguna o un Toyota Avensis son algo más baratos.
A diferencia del Accord anterior, el nuevo tiene la misma distancia entre ejes para el Sedán y el Tourer (más información sobre las diferencias entre los bastidores del Accord).
La habitabilidad es similar a la de modelos como el Audi A4, el Renault Laguna o el Toyota Avensis (más información en las impresiones del interior)
Los cambios de aspecto más profundos son los que tiene la versión de carrocería familiar, puesto que en el nuevo modelo el portón está ligeramente tendido. Esto, unido a una longitud similar a la berlina hace que la capacidad del maletero (imagen) del familiar (395 l) sea inferior (460 l la berlina). En el familiar, bajo el piso del maletero, hay un doble fondo (imagen) con 53 l.
Por su firmeza, la suspensión del Accord queda entre la de un Toyota Avensis y la de un Mazda6. Es decir, es más duro que el primero y más blando que el segundo. Al menos por las carreteras que lo he conducido (en Austria, con un asfalto en muchísimas mejores condiciones que el de España) es un coche cómodo y bien amortiguado.
La gama de motores está formada por tres variantes, una Diesel de 150 CV y dos de gasolina con 156 y 201 CV. Respecto a los anteriores motores hay diversos cambios.
El aislamiento acústico no me ha parecido bien logrado o no tanto como lo esperaba. Tanto en la versión Diesel (que no suena mucho a Diesel) como en la de gasolina más potente se oían con claridad el ruido de rodadura y el procedente del motor (principalmente al acelerar). Un Citroën C5 o un Toyota Avensis son más silenciosos.
El motor Diesel tiene mayor potencia y par que el anterior. Es un motor progresivo, próximo en este aspecto a los que tienen, por ejemplo, el Renault Laguna y el Toyota Avensis. Al conducirlo, el Accord 2.2 i-DTEC parece más lento que el del Passat 2.0 TDI de 140 CV; está impresión puede ser equivocada por la linealidad del empuje del motor Honda frente al ímpetu que tiene durante unos instantes el de Volkswagen. Lo comprobaremos cuando hagamos nuestras mediciones.
Comparando las versiones Diesel con carrocería sedán del modelo viejo y del nuevo, el Accord gama 2008 acelera menos, alcanza la misma velocidad punta y gasta 0,1 l/100 km más. El peso es 63 kg mayor.
También he conducido la versión de gasolina más potente (201 CV) con el cambio automático de cinco velocidades. No es un motor explosivo, incluso me ha dado la sensación de ser algo falto de carácter. Según los datos oficiales, el Accord con este motor no es un modelo particularmente rápido aunque si tiene un consumo bajo comparado con otros modelos de similar tamaño, potencia y con cambio automático (ficha comparativa)
Todas las versiones tienen una caja de cambios manual de seis velocidades. Con esta caja de cambios, en el cuenta revoluciones hay un indicador («Shift Indicator Light») que avisa al conductor del momento óptimo para cambiar de marcha desde el punto de vista de conseguir un consumo de combustible bajo.
Las de gasolina también pueden tener una caja automática de cinco velocidades, con la posibilidad de cambiar de marcha desde unas levas colocadas tras el volante. Según los responsables de Honda, está en fase de desarrollo una caja de cambios automática para el modelo Diesel, de la que habrá más información a finales de 2008.
Todas las versiones tienen control de estabilidad («VSA») que además de actuar sobre los frenos y sobre la potencia del motor, también interviene en la dirección. Si por ejemplo, el coche pierde la trayectoria, el sistema de dirección puede hacer una cierta cantidad de fuerza en el volante para indicar al conductor hacia donde debe girar; de esta manera se favorece que, por ejemplo, la distancia para detener el coche sea menor si las ruedas de un lado tienen peor adherencia que las del otro. La dirección es de asistencia eléctrica.
La versión Diesel y la de gasolina más potente (el 2.2 i-DTEC y el 2.4 i-VTEC) pueden tener (con el nivel de equipamiento «Innova») un sistema de asistencia de permanencia en el carril («LKAS») para vías rápidas. En caso de que el coche vaya a salir del carril involuntariamente (esto es, sin que el conductor haya accionado el intermitente), la dirección corrige la trayectoria dentro de unos límites; en una carretera de montaña, por ejemplo, no funcionaría. Utiliza una cámara tras el parabrisas como medio para reconocer las líneas de la carretera; el Volkswagen CC tiene un sistema similar (vídeo).
Durante las pruebas que hice en la presentación, en ocasiones, el «LKAS» dejaba de funcionar porque dejaba de reconocer las líneas que delimitaban el carril, aparentemente sin motivo. En cualquier caso, no es un dispositivo para el coche se conduzca solo; de hecho, si durante unos 12 segundos el conductor no toca el volante, una advertencia, acústica y visual, llama su atención antes de proceder a desactivar el sistema (ver vídeo del «LKAS»; 26 segundos).
El «CMBS» forma parte de un conjunto de tres elementos. Los otros dos son el programador de velocidad activo («ACC»; imagen) y un sistema de protección previa a la colisión («CMBS») que calcula la distancia a la que se encuentra el vehículo precedente, así como la velocidad relativa entre ellos, y avisa al conductor antes de que se produzca la colisión (ver vídeo; 29 segundos).
Otros elementos de seguridad que tiene el nuevo Accord son frecuentes en coches de este tipo, como los cinturones delanteros con pretensores y limitadores de carga, airbags frontales de doble etapa, reposacabezas activos para las plazas delanteras, y fijaciones «Isofix» para sillitas de niños.
Todos los Accord tienen conexión automática de luces y limpiaparabrisas, programador de velocidad, retrovisor interior de oscurecimiento automático, conexión Bluetooth para teléfonos móviles, ordenador y entradas USB y auxiliar para reproductores externos de música.
Desde la versión Executive hay, además, faros de xenón, techo practicable, ayuda al aparcamiento mediante sensores de proximidad delante y detrás, asientos delanteros calefactados, salidas de ventilación en las plazas traseras o, en el caso del familiar, apertura eléctrica del portón.
Honda no ha aprovechado para añadir elementos de equipamiento como cerraduras automáticas, freno de mano eléctrico o iluminación adaptativa.
Impresiones sobre el interior
He subido a la versión más equipada del Accord, que tiene recubierta de piel los asientos, los paneles de las puertas y el apoyabrazos. También se distingue por algunos elementos de equipamiento como el navegador o el climatizador de dos zonas, que no son de serie en todas las versiones.
Con todos estos elementos, la sensación que transmite el Accord es la de un coche de calidad, no exento de los claroscuros que se suelen encontrar en algunos coches japoneses. Por ejemplo, el plástico que cubre la parte superior del salpicadero es blando y muy suave al tacto mientras que el de la parte inferior, aunque guarda una buena apariencia, parece de una calidad claramente inferior (suena mal al golpearlo). Es decir, visualmente el Accord está a la altura de los mejores (como puede ser un Lexus IS) pero, si se observa con detenimiento, se encuentran detalles que lo diferencian de un Mercedes-Benz Clase C o un Audi A4.
Los asientos de la versión que he conducido tienen unos resaltes amplios en los laterales (imagen), no sé si los de las versiones menos equipadas son similares. Con el cuero del que estaban tapizados, la sujeción era menor de la que visualmente parecen ofrecer. Por forma y relleno me han parecido confortables para viajar, algo que confirmaremos cuando podamos probarlo con mayor detenimiento.
La postura al volante no destaca ni por ir muy tendido ni muy erguido. El volante tiene regulaciones en altura y profundidad. Tiene mandos desde los cuales se pueden manejar el algunas funciones del teléfono y del sistema de sonido. También tiene botones para elegir la información que se muestra en la pantalla «LCD» que hay en el centro del velocímetro y para activar el programador de velocidad y el sistema de alerta por cambio de carril.
El cuadro de instrumentos ofrece la información normal ampliada por la que da el ordenador (consumo y velocidad media, consumo instantáneo y autonomía). Además, hay un nuevo indicador que permite ver la distancia o los días que restan para determinadas operaciones de mantenimiento.
Por amplitud, el Accord está en un término medio entre los coches de sus características. Detrás, en el sedán hay espacio para que dos adultos de casi 1,90 m viajen confortablemente (con el asiento delantero colocado para un conductor de 1,80 m). El acceso a las plazas traseras podría ser mejor si las puertas tuviesen un mayor ángulo de apertura.
El maletero del cuatro puertas es más amplio que el del familiar

El familiar tiene mayor altura libre en las plazas traseras. El maletero es, sin contar el doble fondo, más pequeño que el del Sedán. Además del doble fondo, hay diversas tapas en los laterales y el piso que dan acceso a pequeños compartimentos que pueden ser útil para llevar objetos de esos que es conveniente tener en el coche (unos guantes o un botiquín pequeño, por ejemplo).
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Fuente: Km77.com
Editado por AIRBUS, 30 April 2008 - 20:09:04.