Marco Canseco. Shanghai
El tercer coche, la modificación a la que puede dar lugar la puesta en venta de Jaguar y Cosworth para la temporada 2005, es la principal puerta para que Valentino Rossi pueda subirse en un Ferrari de manera inmediata. La Prensa italiana sigue como loca ante la posibilidad que Rossi sea el primer italiano de pleno derecho en la escudería del ‘cavallino’ desde Ivan Capelli (1992). Los títulos de Schumacher están muy bien, pero el público transalpino quiere algo más. Teniendo la mejor escudería de la historia, sólo uno de sus pilotos ha sido campeón del Mundo y en la prehistoria de la F-1: Alberto Ascari.
La jugada sería perfecta, pues la llegada de ‘il dottore’ no modificaría los actuales contratos que la escudería mantiene con sus pilotos (ambos acaban a finales de 2006) y ofrecería en cambio el mejor escaparate publicitario del deporte motor en toda su historia: Schumi y Rossi codo con codo, al menos en las fotos. Otra de las ventajas es que Valentino no recibiría la carga de las urgencias en busca de resultados. Una adaptación como la que debería acometer sólo la ha materializado con éxito el británico John Surtees, quien fue campeón de 500 en 1956, 1958, 1959 y 1960 y luego se pasó a la F-1 (alternó cinco carreras en coche con su último año en 500). Cuatro años después, en 1964, se proclamó campeón mundial de F-1 precisamente con Ferrari.
Todo esto son hipótesis en condicional, las mismas que señalaba ayer a Marca un miembro de la Scuderia. “Primero habrá que esperar a que tal posibilidad de los tres coches sea una realidad, luego habría que estudiar las posibilidades que se nos ofrecen. Hay que esperar y la decisión será siempre primero de él”. A la pregunta de si Rossi sería uno de los candidatos, nos contestó con lo políticamente correcto: “La opción más lógica sería Badoer”. Este es el mismo piloto al que Rossi casi igualó sus tiempos en Fiorano el día que probó el Ferrari en el mes de abril por primera vez en su vida.
Los probadores siempre son nombrados cuando surge un imprevisto o se prevé una sustitución. Han hecho un gran trabajo, han dejado días agotadores dentro del coche cumpliendo hasta 130 vueltas en trazados insufribles, pero cuando llega la hora de la verdad el marketing se impone. Que le pregunten a Montagny. Se marchó de Monza con una sonrisa de oreja a oreja pues le avanzaron que sería él el sustituto de Trulli y Renault anunció oficialmente, a los cuatro días, a Villeneuve como nuevo piloto. Aquí los protagonistas también venden camisetas... y gorras.
El presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, aseguró en el Salón del Automóvil de París a la Gazzetta dello Sport que “queremos a Rossi, pero él ahora piensa en las motos”, y añadió que le gustaría contar con él “ya el año que viene”, siempre que la Scuderia tenga un tercer coche. Ayer, en la rueda de prensa de la FIA, tanto a Schumacher como a Barrichello les pidieron su opinión por los rumores de la llegada de Rossi y las declaraciones de Montezemolo al respecto. Michael fue algo frío en la respuesta. “es un pensamiento interesante”, dijo por la reflexión de los tres coches y un nuevo hueco. “Desde luego a él le entusiasmó la experiencia, pero hay condicionantes por todos lados”, añadió el alemán.
Barrichello fue más cordial. “No tenía ni idea”, dijo en referencia a las palabras de su presidente. “Creo que este es un tema que os gusta mucho a la Prensa. Creo que necesitaría algo más que el mes de diciembre para conseguir buenos tiempos con el coche. Yo no tendría inconveniente en correr con él. Soy un gran fan suyo y si hace con el coche lo que hace con la moto nos ganará a todos seguro”, explicaba el brasileño.
