Como me aburro voy a intentar puntualizar algunos conceptos, la diferencia entre eficacia y comportamiento sobre todo.
Yo tengo un Peugeot 306 xsi 2.0 modificado con muelles H&R y amortiguadores Bilstein sprint. Lo compré nuevo hace 12 años y aún lo conservo para ir a trabajar. Con un eje delantero de ejemplar precisión y casi sin cambios desde el 205 gti hasta el actual 206RC no hay dudas que los modelos pequeños del león se inscriben bien en las curvas. Con el eje trasero autodireccional colocar el coche donde quieres nunca es un problema.
En efecto por experiencia estoy seguro que tomando curvas lentas un CTR no es significativamente más efectivo que mi coche, ni que un 206RC o un Clio Sport. Podemos decir que en eficacia los franceses andan muy cerca del Honda en carreteras ratoneras o circuitos virados. Otra cosa es al coger velocidad pero ese es otro tema.
Ahora bien, que tengan una EFICACIA cercana a la de un CTR no significa que su comportamiento este a la altura del Honda. Hay una diferencia fundamental. Los franceses llevados al límite son muy delicados. Ante cualquier error o pérdida seria de adherencia tienden a descomponerse. Situaciones que en el CTR se solventan con un pequeños susto en los modelos franceses terminan fuera de la carretera o estampados contra otro vehículo.
Puedo dar fé de que el 306 llevado al ataque se encuentra siempre al límite del trompo. Una vez empieza la pérdida de control el márgen para recuperarlo es estrechísimo y una vez superado solo queda rezar y tensarse para el impacto.
Comparar un M3 CSL con un NSX es como comparar un Xsara kit-car con un S2000. Honda diseño el NSX para que fuese el superdeportivo más "amistoso" y agradable de pilotar/conducir. Nunca pretendió ser el más rápido ni el más eficaz pero a fecha de hoy, estando desfasado en muchos sentidos, sigue siendo el supercoche mas agradable y equilibrado del mercado. De hecho en mi opinión la versión R del NSX nunca debió ver la luz del sol, es una traición a sus origenes.
La única razón de que el NSX se siga fabricando es que, pese a su precio, se sigue vendiendo, así de sencillo. Mucha gente valora tener un supercoche con el que puede ir a trabajar o al cine sin sufrir los inconvenientes y las exigencias que son omnipresentes en muchos otros deportivos. Un supercoche que en un uso normal es cómodo, tiene una buena autonomía y tiene un sencillez y coste de mantenimiento irrisorio para su categoría.
Por último no creo que sea necesario explicar una constante en la trayectoria de Honda. Sus motores seguirán funcionando correctamente cuando los de muchos modelos de la competencia sean achatarrados y lo que es aún más importante, nos ahorraremos una gran cantidad de visitas al taller.
Los tiempos en circuito son tan importantes y representativos en un coche de calle como la repercusión de las formaciones de aves migratorias en la estética celeste.
Es una alegría que tanto BMW como Honda sigan fabricando algunos de los motores de mejor rendimiento del mundo, sin caer en la burda, brutal y poco elegante moda de sobrealimentar los motores de gasolina.
Saludos.