an pasado más de tres meses desde que conocimos la noticia, del accidente que llevó al actor Paul Walker y al piloto Roger Rodas a la muerte, subidos en un Porsche Carrera GT.
La investigación del accidente, concluye que el coche en el que iban ambos, circulaba a más de 150 km/h justo antes de chocar, con un límite de la vía de solo 75 km/h. Pero también se conoce que no solo fue la velocidad lo que provocó la pérdida de control, al parecer el coche llevaba unos neumáticos fabricados en 2005, con lo cual la goma estaba cuarteada y dura, lo que conlleva a una perdida de agarre importante.
Un coche de semejante potencia, recordemos que lleva un motor V10 de 5,7 litros de cilindrada de 612 cvsituado en posición central, no es admisible que el dueño lo haya podido usar con unos neumáticos caducados y en mal estado.
El neumático es la única conexión del coche con la carretera y por tanto tiene que considerarse como un elemento de máxima prioridad en su mantenimiento: presiones, dibujo, estado general, cortes, pinchazos, desgaste irregular, caducidad e incluso marca y modelo.
En cuanto a la película de Fast and Furious 7, se terminará de rodar con hasta cuatro dobles de Paul y tecnología digital, por tanto no se desperdiciarán los más de 150 millones de dólares ya invertidos en ella y se realizará un gran tributo al fallecido actor. Se estrenará el 10 de abril de 2015 en Estados Unidos.