La realidad es que a nadie le gusta que gane un equipo de calle como estos últimos años, en los que la duda estaba en quien iba a quedar de tercero o de cuarto, pero no es la primera vez que pasa, y solo tenéis que recordar las temporadas 91 y 92 de Williams, que fueron una marcha triunfal de Mansell y Prost respectivamente.
Una manera de igualar las cosas sería, quizás, incentivar a los equipos pequeños con la posibilidad de usar mejoras prohibidas para los grandes, de manera que puedan ir tan rápido como ellos, y no hablo de ayudas electrónicas, sino de suelo plano, turbocompresores, etc.