El problema es que como en todo en este mundo, las decisiones las toman personas pertenecientes a los círculos de poder económico-políticos basándose principalmente en criterios de rentabilidad financiera. La población, yo incluido, estamos completamente desinformados al respecto de un tema tan crucial como es qué fuentes de energía queremos que abastezcan nuestra insaciable demanda.
Y el otro problema es que mientras el mundo está globalizado en algunas cuestiones (mercados financieros sobre todo) está muy lejos de ser un conjunto global en la mayoría de cosas. No es nada descabellado pensar que países pobres decidan convertirse en productores de energía de fisión nuclear para venderla a países ricos como fuente de riqueza, asumiendo ellos los riesgos, y que países ricos como Alemania decidan desmantelar su industria de fisión nuclear y comprar la energía a esos países, desprendiéndose de los riesgos.
Sería una forma más de lo que ya conocemos en tantos otros ambitos, muchas industrias altamente contaminantes, nocivas o que se basan en la explotación indiscriminada se han instalado en Africa o Asia o Sudamérica donde la legislación es más permisiva, y sus poblaciones sufren las consecuencias en beneficio de los países desarrollados que disfrutan del producto final.
Al fin y al cabo se trata de una decisión, como tantas que tenemos que tomar en la vida, lo bueno generalmente sale más caro, es una curiosa peculiaridad de la naturaleza. Se nos plantean las opciones, con sus beneficios y sus costes, y debemos poder decidir qué preferimos, lo barato pero malo o lo caro pero bueno. Aislantes correctos y baratos pero cancerigenos (amianto), cementos baratos pero chungos (aluminosis), motores baratos pero contaminantes (pasando de catalizadores), artículos baratos pero que sabemos que son fabricados por niños y ancianos en condiciones inhumanas...
En un mundo ideal, se debería informar a la población en detalle de los pros y contras de cada fuente de energía, sin demagogias ni intereses económicos, y la población decidir lo que prefiere. Personalmente no tengo ni idea pero tengo pocas dudas que en términos de rentabilidad y consumo de recursos, la fisión nuclear es una de las mejores opciones, pero también me preocupan sus posibles secuelas a medio-largo plazo.
Mi opinión no vale nada, pero la población debería poder tener más voz y voto en una cuestión tan importante, a lo mejor la gente preferiría que el coste de la energía fuera más caro pero que no entrañara ningún riesgo comparable al de la fisión, yo que sé, no digo que si sí o si no, pero debería ser decisión de una población bien informada y no de unos pocos lobbies de las finanzas de alto nivel.