A unos les gustan rubias y a otras morenas. Ayer estuve con un colega que se acaba de comprar un Mustang de los nuevos. Automático. No quiere saber nada de manuales. Él disfruta más así. Es feliz y yo me alegro. Y le puedo entender. Su estilo de conducción y lo que le divierte a él es diferente a lo que busco yo.
Yo me compraría el 4C o el Alpine sin problemas, no los descartaría por ser automáticos. Ahora, me gustaría seguir manteniendo el S2000. A priori, me parecen formas de divertirse diferentes. No descarto que si tuviera la suerte de tener los dos, el S2000 que es un excelente manual y un automático como el 4C o el Alpine, puede que acabara eliminando uno de la ecuación. ¿Cual? No lo sé.
Aprender a conducir rápido no es solo aprender a hacer el punta tacón. Es aprender primero a coger bien el volante, a colocarse correctamente sentado, a conocer, entender y gestionar las reacciones del coche, a trazar, a frenar, a acelerar (sí, saber acelerar en el momento y con la dosificación adecuada es básico), y muchos más detalles como a donde miramos mientras trazamos y más aspectos que ahora se me escapan. Que haya quien busque un coche "fácil" para ir rápido, no tiene porque estar en conflicto con la diversión de su piloto. Cada uno busca diversión y mejora en aspectos diferentes.
Y evidentemente pues habrá quien preferirá un coupé por su mayor rigidez, y los que -como yo- preferimos un cabrio por sensaciones. Vamos, que mil veces me quedo antes con un Boxster que con un Cayman, aunque le saque décimas, segundos o horas en circuito -que no piso, por cierto-.
A mí sí me ponen los vídeos donde se ve como el cambio automático reduce rápidamente varias marchas, petardea y hace el punta-tacón solo. Tampoco he tenido la suerte de conducir ninguno. Pero supongo que la sensación debe ser brutal. Poder apurar al límite la entrada a curvas sin preocuparse de hacer todo eso tan bien -que ni un piloto profesional con un manual lo haría-, simplemente enfocando la atención en la trazada, punto de frenado y punto de aceleración.
Lo que sí me hace arrugar la nariz es el turbo. Ese vacío inicial, ese lag, si es muy acusado me repugna, sin más. Eso sí haría decantarme por un modelo u otro.